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Mensualmente el Servicio de Estudios del Departamento de Economía de CEOE publica un Banco de España conforman un conjunto de valoraciones muy necesarias para analizar, con rigor y precisión, las perspectivas de crecimiento económico de nuestro país en temas tan relevantes como empleo, inflación, productividad, inversión productiva o ahorro.
- Economía mundial
- Economía española
- Actividad empresarial
- Escenario Internacional
- Economía española
- Demanda y actividad
- Mercado laboral
- Inflación
- Sector Público
- Actividad empresarial
- Facturación y ventas
- Costes laborales
- Condiciones y costes de financiación
- Confianza empresarial
- Dinamismo empresarial
Los profesionales economistas y expertos de otras especialidades valoran las estadísticas oficiales publicados por organismos públicos nacionales e internaciones, contrastando las mismas de diversas fuentes para poder realizar prospectivas de crecimiento y dar la información adecuada para la toma de decisiones de las empresas y otros agentes de la producción.
La sintesis que efectuan en este mes con el que acabamos un año especialmente positivo para la economía española es la siguiente:
La creación de empleo se concentra principalmente en las empresas con más de 250 empleados, que en noviembre experimentaron un incremento interanual del 7,4%
Economía mundial
Las previsiones de la OCDE apuntan a que el crecimiento mundial seguirá siendo moderado y que la inflación continuará desacelerándose.
Los índices PMI recogen un mayor dinamismo en Estados Unidos, mientras que hay señales de debilidad en la Eurozona.
El precio del crudo Brent sigue alrededor de los 74 $/barril, a pesar de las tensiones en Oriente Medio.
Economía española
El balance de la economía española en 2024 es favorable, sobre todo, en un entorno de elevada incertidumbre geopolítica y de atonía de nuestros principales socios europeos. Persisten algunas debilidades y, además, esta bonanza no es generalizada ni por sectores ni por tamaño empresarial.
En el cuarto trimestre, la economía continúa mostrando un notable dinamismo, aunque se desacelera ligeramente respecto a los anteriores.
El ritmo de crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social se ha moderado ligeramente en noviembre, tras el inesperado repunte registrado en octubre. Con todo, para el conjunto del cuarto trimestre se espera un comportamiento del empleo algo más dinámico que en el tercer trimestre.
La inflación está repuntando en los últimos meses de 2024 debido al aumento de los precios energéticos y la retirada de las reducciones de IVA.
El déficit público del Estado no se está ajustando en 2024. Aumentan los gastos más que los ingresos, algo que no se había producido en los últimos ejercicios presupuestarios.
Actividad empresarial
La cifra de negocios en septiembre mejora ligeramente, tras el estancamiento del mes precedente. Las ventas de las grandes empresas mostraron un mayor vigor en octubre.
En octubre, los tipos de interés de los créditos a las empresas han seguido la senda de descensos observada en los últimos meses.
Los indicadores de confianza empresarial continúan mostrando impulso: el PMI compuesto de España permaneció en terreno expansivo por duodécimo mes consecutivo, aunque con un ritmo de crecimiento más lento que el de octubre.
En lo referente a dinamismo empresarial, la tendencia de los últimos meses continúa: el número de empresas inscritas en la Seguridad Social supera moderadamente los niveles previos a la pandemia, si bien las empresas más pequeñas aún no han recuperado los valores alcanzados en 2019.
Escenario Internacional
Las previsiones apuntan a que el crecimiento mundial seguirá moderado y la inflación continuará a la baja
La OCDE, en línea con otras instituciones internacionales, estima que el crecimiento del PIB mundial en 2024 continuará siendo muy discreto, del 3,2%, igual que en el año anterior, y que en 2025 y 2026 la situación será similar, con tasas del 3,3%. Por su parte, la inflación continuará desacelerando y se espera que en 2025 se sitúe en tasas compatibles con los objetivos de los bancos centrales en buena parte de los países.
Previsiones de la OCDE (diciembre 2024)

Las previsiones están rodeadas de notable incertidumbre, con mayoría de los riesgos sesgados a la baja, entre los que destacan el aumento de las tensiones geopolíticas, la mayor fragmentación comercial, así como que la inflación presente resistencia a desacelerarse o que se produzcan volatilidades en los mercados financieros.
Desde la OCDE señalan que, para poder dinamizar la actividad, es necesario mantener controlada la inflación y abordar la sostenibilidad de las cuentas públicas mediante sendas de ajustes creíbles. También se incide en la importancia de llevar a cabo reformas estructurales que vayan dirigidas a generar mayor crecimiento del PIB potencial, impulsando la inversión, con mejoras en la formación, favoreciendo una mayor movilidad laboral y fomentando el aumento de la participación en el mercado de trabajo.
Los índices PMI también apuntan a que la debilidad de la economía mundial se mantiene, aunque con sensibles diferencias entre regiones. El índice PMI global compuesto de noviembre se situó en 52,4 puntos, una décima mejor que en octubre, aunque el promedio de ambos meses está en niveles similares a lo que ocurrió en el tercer trimestre del año. Estados Unidos mantiene un notable dinamismo, con el índice PMI compuesto en máximos desde abril de 2022, mientras que en la Eurozona y Japón el índice se sitúa en terreno contractivo y en China muestra un crecimiento moderado.
En Estados Unidos, la actividad continúa presentando un notable vigor. El crecimiento del PIB del tercer trimestre, 0,7% trimestral, fue igual al del segundo, apoyado en la fortaleza del consumo privado. Por su parte, el empleo recuperó un crecimiento sólido en noviembre, con 227.000 ocupados más, tras el mal dato de octubre, debido a huelgas y los efectos de los huracanes. Aun así, la tasa de paro aumentó una décima hasta el 4,2%.
La inflación también aumentó una décima en noviembre, hasta situarse en el 2,7%, la más elevada de los últimos cuatro meses, mientras la subyacente, sin energía ni alimentos, se mantuvo estable en el 3,3%. Este contexto de fortaleza de la economía, junto con el repunte de la inflación, aumenta la incertidumbre sobre si en la reunión de diciembre la Reserva Federal moverá sus tipos de interés, situados actualmente en el intervalo entre el 4,5% y el 4,75%. Para 2025 se han reducido las expectativas, y se contemplan entre dos y tres bajadas adicionales.
En la Eurozona la situación es sensiblemente diferente. En el tercer trimestre, el PIB sorprendió al alza, creciendo un 0,4% trimestral. Sin embargo, los índices PMI de noviembre se han situado en terreno negativo, lo que puede estar anticipando que la actividad desacelere en los últimos meses del año. Por su parte, la tasa de desempleo en octubre se mantuvo constante, en el 6,3% como en septiembre y en agosto, mínimos de la serie histórica.
El Banco Central Europeo ha rebajado 25 puntos básicos los tipos de interés en la reunión de diciembre, llevando la tasa de depósito hasta el 3% y acumulando un descenso de 100 puntos básicos desde el pasado mes de junio, cuando inició los recortes. El tipo principal de refinanciación ha quedado en el 3,15% y la facilidad marginal de crédito en el 3,4%. El BCE también ha revisado, a la baja, sus estimaciones de inflación y de crecimiento. Las nuevas previsiones contemplan que la Eurozona crecerá un 0,7% en 2024 (una décima menos que en septiembre), el 1,1% en 2025 y un 1,4% en 2026 (dos y una décima menos que en septiembre, respectivamente). Mientras, la inflación media se situará en el 2,4% en 2024 y bajará hasta el 2,1% en 2025 (en ambos casos una décima menos que en las estimaciones de septiembre).
En China, los índices PMI recogen una ligera mejoría en noviembre, al igual que las ventas minoristas, reflejando un cierto impulso en la actividad tras las medidas fiscales y monetarias aprobadas. No obstante, la inversión extranjera continúa descendiendo a tasas próximas al 30%, mientras la concesión de nuevos créditos sigue desacelerándose. Por su parte, el sector exterior mantiene un comportamiento positivo. Las perspectivas apuntan a que la moderación del PIB continue en los próximos años, a pesar de las medidas aprobadas. Aunque se prevé que esta tendencia será gradual, existe el riesgo de que pueda ser algo más intensa si se descontrolase la crisis que atraviesa su sector inmobiliario o si las tensiones comerciales, especialmente con Estados Unidos, dañasen significativamente su balanza comercial.
El precio del crudo brent se situó en noviembre en 74,4 $/barril en promedio, ligeramente por debajo del dato de octubre, aunque en tasas interanuales el descenso fue del 10,4%. El precio en los primeros días de diciembre se mantiene relativamente estable, alrededor de los 74 $/barril, a pesar de las tensiones en Oriente Medio, con el cambio de régimen en Siria, y de que los países de la OPEP+ han acordado extender hasta finales de 2026 los recortes en la producción pactados en reuniones anteriores. Estas presiones alcistas se han visto contrarrestadas por la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento de la demanda para el año 2025 y las perspectivas de incremento de la producción en los países ajenos al cártel. Además, la inestabilidad en Oriente Medio parece estar contenida, por lo que los futuros apuntan a una moderación de los precios.
Economía española
Balance positivo de la economía española en 2024, si bien persisten algunas debilidades
El balance de la economía española en 2024 es favorable, sobre todo, en un entorno de elevada incertidumbre geopolítica y de atonía de nuestros principales socios europeos. España previsiblemente alcanzará un crecimiento del 3% de media en 2024, que contrasta con el 0,8% de Europa. Se ha creado empleo a un ritmo del 2,3%, que ha hecho que la productividad por ocupado y hora se torne positiva, y la inflación se va a reconducir a tasas por debajo del 3% en el conjunto del año. Por otro lado, se va a ampliar el superávit exterior por la bonanza de las exportaciones de servicios. La parte negativa se centra en la inversión, todavía muy debilitada; las finanzas públicas, porque se anticipa un ajuste del déficit reducido; y la alta tasa de desempleo en comparación con Europa, en un contexto de aumento de las vacantes. Además, esta bonanza no afecta a todos los sectores productivos por igual ni a todo el tamaño empresarial.
En 2025, las previsiones apuntan a un crecimiento del PIB del entorno del 2,3% y una inflación del 2%. La creación de empleo se modera levemente, al igual que se reduce en unas décimas el superávit exterior. No se prevé un ajuste fiscal notable, a tenor de las políticas anunciadas por el gobierno ni del propio plan fiscal, que debería de tener en cuenta los requisitos de las nuevas reglas fiscales.
Los riesgos en el escenario de 2025 proceden, en buena parte, del exterior. Las políticas arancelarias de Trump tendrán un efecto menor en España que en Europa, pero hay una serie de sectores donde el impacto puede ser mayor, como el agroalimentario, la maquinaria, la química y la automoción. Esto podría perjudicar las exportaciones españolas, ampliando el déficit comercial. También hay que destacar las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y la continuidad de la guerra de Ucrania, que pueden afectar a la oferta y a los precios de varios inputs energéticos. En otro ámbito, también hay que señalar posibles turbulencias en los mercados financieros, centradas en activos muy expuestos al riesgo.
Los riesgos de vertiente nacional provienen de la incertidumbre política y regulatoria, que está afectando a buena parte de los costes de las actividades empresariales, sobre todo, porque las medidas de política económica implican una mayor carga fiscal y laboral (subidas de impuestos y costes salariales, como cotizaciones sociales, jornada reducida o salario mínimo). También conviene seguir la evolución de la competitividad, tanto en la vertiente coyuntural (precios, salarios, costes, balanza de bienes), como en la parte estructural (productividad, innovación, educación, etc.).
Demanda y actividad
La economía española muestra un notable dinamismo en el último trimestre, aunque algo menor que en el anterior
La economía española continúa mostrando una evolución favorable, con crecimientos trimestrales de su PIB notables, del 0,9% en el primer trimestre y del 0,8% en el segundo y tercer trimestres. Con la información disponible hasta ahora, se puede afirmar que el crecimiento del PIB se situará en torno al 3,0%, aun contemplando cierta desaceleración en el cuarto trimestre, sobre todo debido al efecto de la DANA sobre la actividad, que se ha cifrado en torno a dos décimas menos de crecimiento intertrimestral en este periodo.
Los condicionantes del consumo privado están mostrando una favorable evolución: el empleo continúa aumentando a buen ritmo, los salarios crecen, la inflación se ha moderado respecto al año pasado, la confianza de las familias también se muestra positiva y ya han comenzado a bajar los tipos de interés. Sin embargo, el consumo privado no crece al ritmo que cabría esperar y la tasa de ahorro de las familias se sitúa en niveles históricamente muy elevados. No obstante, se observa ya una mejora de las condiciones de financiación que puede favorecer el consumo y la inversión en los próximos trimestres.
Según la Encuesta de Préstamos Bancarios, durante el tercer trimestre de 2024, las condiciones generales aplicadas a los nuevos créditos se han relajado en todos los segmentos, con descensos de los tipos de interés de carácter moderado en la financiación a las empresas y en los créditos a los hogares para consumo y otros fines y algo más acusada en los créditos a las familias para adquisición de vivienda. Además, en el segundo y tercer trimestre de 2024 se observó un aumento de la demanda de préstamos en todos los segmentos, aunque de carácter moderado. En cuanto a los factores que explican el crecimiento de la demanda, las entidades financieras señalan la disminución de los tipos de interés. En el caso de las empresas, también habrían contribuido las mayores necesidades para financiar inversiones en activos fijos y existencias y capital circulante, así como el menor uso de financiación interna.
Por sectores, en la última parte del año los industriales podrían mostrar un mayor dinamismo y los servicios una ligera desaceleración, aunque todavía con ritmos elevados. Así, el PMI de manufacturas, que había mostrado una clara tendencia descendente hasta el 50,5 de agosto, repuntó en septiembre y octubre, hasta situarse en el nivel 54,5, pero sufrió un cierto deterioro en noviembre debido al efecto de las inundaciones de la DANA que afectó a Valencia y otras localidades. Los daños causados por las inundaciones también pueden estar afectando a los plazos de entrega de los pedidos. En este contexto, está aumentando la contratación en las empresas manufactureras y también se observa un encarecimiento de los precios de los insumos, en especial de las materias primas, aunque el margen para su traslado a precios finales es muy limitado debido a la alta competencia.
Por su parte, el PMI de servicios mostró una desaceleración entre junio y agosto y, aunque en septiembre mostró una mejora, hasta situarse en el nivel 57, en octubre ha vuelto a bajar, a 54,9 y en noviembre hasta el 53,1, lo que estaría indicando que el sector continúa mostrando un notable crecimiento, pero que se comienzan a observar señales de menor dinamismo. Además, las inundaciones de la DANA también limitaron tanto el crecimiento de la actividad como de los nuevos pedidos, lo que se viene a unir a una disminución de la demanda extranjera. El sector servicios continúa preocupado por el aumento de precios de sus insumos, especialmente de los salarios, que constituyen una proporción importante de los gastos en el sector, mucho más intensivos en mano de obra. Sin embargo, las empresas de servicios no están repercutiendo completamente estos costes a los consumidores debido a las presiones competitivas, por lo que sus márgenes están disminuyendo.
Aunque durante los primeros meses de 2024 se mantuvo la tendencia contractiva tanto en las exportaciones como en las importaciones, a partir del segundo trimestre la evolución de ambos flujos se tornó positiva y de mayor intensidad para las exportaciones de bienes. Con esta evolución, el saldo exterior negativo ha sido ligeramente inferior al del mismo periodo de 2023 (-27.091,0 millones de euros, frente a -29.596,4 millones de euros). Este aumento se ha debido, prácticamente en su totalidad, a la reducción del déficit energético.
Según los datos de Balanza de Pagos publicados por el Banco de España, en los nueve primeros meses de 2024, el superávit de la balanza por cuenta corriente alcanzó los 40,5 miles de millones, frente a los 31,0 miles de millones de superávit del mismo periodo del año anterior. Con este resultado, la balanza por cuenta corriente podría registrar un superávit del orden del 3% del PIB.
Los últimos datos disponibles respecto al sector turístico muestran cómo la entrada de turistas internacionales continúa aumentando a ritmos muy notables. En los diez primeros meses de 2024, el número de turistas que visitaron España aumentó un 10,8% y rozó los 82,9 millones. Además, dado que el gasto medio ha venido aumentando, el gasto total de los turistas durante este periodo fue casi un 15,5% superior al registrado en el mismo periodo de 2023.
Mercado laboral
Tras el repunte de octubre, la afiliación a la Seguridad Social modera levemente su ritmo de crecimiento en noviembre
Tras el sorprendente repunte de la afiliación a la Seguridad Social en octubre, el ritmo de crecimiento de los cotizantes se ha moderado en noviembre, aunque sólo ligeramente. Con todo, para el conjunto del último trimestre de 2024 se espera un comportamiento del empleo algo más dinámico que en el tercer trimestre.
El mes de noviembre, que suele ser desfavorable para el mercado laboral, registró un descenso de 30.051 afiliados a la Seguridad Social, lo que supone el peor dato desde 2019. En términos relativos, esta cifra supone una disminución del -0,14% sobre el mes anterior, dato ligeramente más desfavorable que el promedio del mes de noviembre del periodo 2014-2019, que fue del -0,12%.
Así, el total de afiliados a la Seguridad Social se sitúa en 21.302.463 personas.
En términos desestacionalizados, en noviembre se observa un incremento de la afiliación más débil que en los meses anteriores de este año, a excepción de julio, que registró un dato especialmente desfavorable. Así, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se produjo un aumento de 13.116 personas en la afiliación corregida de variaciones estacionales, muy por debajo del crecimiento promedio mensual registrado en el periodo de enero a octubre (44.573 personas).
En datos brutos, hay que destacar que la caída de los registros de la Seguridad Social en noviembre ha venido por el lado del sector privado, que perdió 37.948 puestos de trabajo. En cambio, el sector público incorporó 7.898 nuevos trabajadores. Por ramas de actividad, hay que señalar, por un lado, el descenso de la afiliación en Hostelería (por el fin de la actividad vinculada a la temporada estival). Por otro, cabe destacar el incremento de la afiliación en Educación (con las últimas incorporaciones vinculadas al inicio el curso escolar) y en Comercio (que comienza la temporada de fin de año).
En términos interanuales, la afiliación ralentizó ligeramente su ritmo de crecimiento en noviembre, tras el inesperado repunte registrado en octubre. Así, la tasa interanual se situó en el 2,4%, una décima menos que el mes anterior pero que supone un dato más favorable que los registros de agosto y septiembre. El sector privado también muestra esta ligera pérdida de dinamismo en la creación de empleo, con una tasa interanual del 2,2%. Por su parte, el sector público muestra un crecimiento elevado, del 3,3%, pero que supone continuar con la desaceleración iniciada en septiembre.
Por sectores económicos, la evolución de la afiliación está siendo heterogénea en términos interanuales. La ligera pérdida de impulso de la afiliación en noviembre se ha debido a los servicios, que también moderaron levemente su ritmo de crecimiento, hasta el 2,8%, pero que se perfilan como el sector más dinámico en materia de creación de empleo. Mientras, la industria mantuvo su ritmo de avance en el 1,5% por quinto mes consecutivo, aunque ello supone un comportamiento menos favorable que en el primer semestre del año. Por su parte, la construcción repuntó levemente en noviembre, hasta alcanzar una tasa del 1,9%, tras tres meses de crecimiento a un ritmo del 1,8%. Finalmente, la agricultura continúa perdiendo empleo, aunque estabilizó su ritmo de caída en el -1,0%.
Durante el verano, el número de trabajadores en ERTE disminuyó gradualmente, hasta septiembre, en el que había 8.713 personas en esta situación (en promedio del mes). Sin embargo, en octubre y noviembre, según las cifras publicadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se ha producido un incremento que puede considerarse moderado, teniendo en cuenta las secuelas de la Dana que afectó a varias provincias y, especialmente, a Valencia. En concreto, el número de trabajadores cubiertos por ERTE alcanzó un nivel de 9.863 personas en octubre y de 11.606 personas en noviembre. Sin embargo, estas cifras podrían ser revisadas al alza en los próximos meses, dado que el Gobierno ha ampliado en un mes el plazo para que las empresas comuniquen los trabajadores en situación de ERTE.
El paro registrado descendió en noviembre en 16.036 personas, tras tres meses consecutivos de aumentos. Sin embargo, esta caída del desempleo es menos intensa que las también registradas en este mismo mes en 2021, 2022 y 2023, pero al mismo tiempo, constituye un dato más favorable que el promedio del periodo 2014-2019 (un aumento de 1.506 personas). Así, el total de desempleados se sitúa en 2.586.018 personas, el nivel más bajo en la serie histórica de este mes desde 2007.
A falta de conocer los resultados de diciembre, todo apunta a que el empleo está mostrando un ligero mayor dinamismo en el cuarto trimestre. Según estimaciones del departamento de Economía de CEOE, la afiliación efectiva (descontando ERTE) corregida de efectos estacionales aumentará en torno a un 0,5% intertrimestral en el cuarto trimestre, dos décimas más que en el tercer trimestre, aunque por debajo de los registros de la primera parte del año.
Inflación
La inflación repunta debido a los precios de los productos energéticos y de los alimentos
Como se preveía, la inflación en noviembre volvió a repuntar hasta el 2,4%, seis décimas más que el mes anterior. Por su parte, la inflación subyacente descendió una décima, hasta el 2,4%.
Dentro de la inflación subyacente, el ritmo de avance de los precios de todos sus componentes se ha mantenido muy similar a los registrados en octubre. Así, los precios de los Servicios mantienen su tasa interanual en el 3,3%, y continúa siendo el elemento más inflacionista de la cesta. Los Alimentos con elaboración, bebidas y tabaco disminuyen una décima hasta el 2,4% y los precios de los Bienes industriales sin productos energéticos mantienen su tasa de variación en el 0,5%.
La reversión de parte de las medidas de reducción de impuestos para moderar la inflación también se ha visto reflejada en este incremento de precios. Así, de mantenerse la reducción del IVA, el incremento de los alimentos sin elaboración habría sido del 0,2%, frente al 1,1% que se ha registrado. De forma similar, pero en menor cuantía (dos décimas), para el caso de los alimentos elaborados.
Los productos energéticos son el componente que más ha contribuido a este repunte del mes de noviembre, sobre todo, por un efecto base respecto a noviembre de 2023, cuando descendieron sus precios. Los Productos energéticos muestran un incremento interanual de sus precios del 2,9%, frente al -3,7% del mes anterior, debido fundamentalmente al aumento de los precios de la electricidad y del gas (19,8% y 9,4%, respectivamente), mientras que los carburantes y lubricantes acumulan cuatro meses de descensos significativos.
Los precios de los servicios continúan mostrando avances superiores al resto de la cesta (3,3%). El dinamismo de la demanda en los servicios, junto con el aumento de los costes de producción, incluyendo los salariales, podrían ser factores que dificulten la contención de sus precios en el medio plazo.
Las previsiones apuntan a que la inflación podría repuntar ligeramente en diciembre, cerrando el año en niveles alrededor del 2,5%, con lo que la inflación promedio de 2024 se situará en el 2,7% para el conjunto del año. En 2025 se espera que la inflación continúe una senda descendente, aunque esta evolución se verá condicionada por el ritmo de reversión de las medidas antiinflacionarias y los precios de las materias primas en los mercados internacionales.
Sector Público
El déficit público del Estado en 2024 sigue superando los registros de 2023
La información referente a la ejecución presupuestaria del Estado hasta octubre señala que aumenta la necesidad de financiación hasta el -1,7% del PIB, ratio superior al -1,3% del PIB acumulado en el mismo periodo de 2023. El saldo primario se mantiene en equilibrio, frente al superávit del 0,3% del PIB alcanzado en los diez primeros meses de 2023.
Cabe destacar el cambio que se está produciendo en 2024, donde los empleos del Estado crecen más que los recursos. Así, los gastos avanzan un 8,7% hasta octubre, aumentando su peso en el PIB hasta el 16,8%. Mientras, los ingresos se incrementan un 6,3%, y prácticamente estabilizan su peso en el PIB en el 15,1%.
Según la IGAE, este mayor desequilibrio fiscal del Estado se explica por la liquidación del sistema de financiación autonómica (CC.AA. de régimen común) y de las entidades locales de 2022, que en 2024 está siendo negativo para el Estado (25,3 mil millones, frente a los 13,5 mil millones de 2021). Además, se están produciendo unas mayores entregas a cuenta a las CC AA y CC LL.. Todo ello eleva las transferencias corrientes del Estado a estos niveles de la AA PP hasta un 11,2%. También se incrementa la partida de intereses un 12,3%.
Entre los empleos que descienden, destacan las subvenciones (-14,7%) por la finalización de las ayudas implementadas para paliar los altos costes energéticos, y también los recursos propios de la UE (-6,1%), por señalar aquellas partidas de mayor cuantía monetaria.
Respecto a los recursos, la recaudación por impuestos aumenta un 5,7% hasta octubre, con diferencias claras de comportamiento entre las principales figuras impositivas. Así, el IVA se incrementa un 7%, mientras que el IRPF desciende un -0,4%, siendo el Impuesto sobre Sociedades el que presenta un mayor dinamismo recaudatorio (10,3%). Hay que señalar que los ingresos por cotizaciones sociales descienden un -1,7% y el resto de los ingresos aumentan un 10,8%. Esta subida tan notable se explica por la transferencia recibida del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) correspondiente a recursos procedentes del Fondo REACT-EU y a las mayores transferencias recibidas de las comunidades autónomas.
Actividad empresarial
La cifra de negocios en septiembre mejora ligeramente tras el estancamiento del mes precedente. Por su parte, las ventas de las grandes empresas mostraron un mayor vigor en octubre, reforzando la tendencia positiva observada durante la segunda mitad del año.
En octubre, los tipos de interés de los créditos a las empresas han seguido la senda de descensos de los últimos meses.
Los indicadores de confianza empresarial continúan mostrando impulso: el PMI compuesto de España permaneció en terreno expansivo por duodécimo mes consecutivo, aunque con un ritmo de crecimiento más lento que el de octubre.
La tendencia de los últimos meses continúa en lo referente al dinamismo empresarial: en noviembre, el número de empresas inscritas en la Seguridad Social supera moderadamente los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, las empresas más pequeñas aún no han recuperado los valores alcanzados en 2019.
Facturación y ventas
Según el lNE, el Índice General de Cifra de Negocios Empresarial corregido de efectos estacionales y de calendario presentó en septiembre una variación del 1,4% respecto al mismo mes del año anterior. Esto supone una mejora frente al -0,1% registrado en agosto. Los índices corregidos de efectos estacionales y de calendario presentaron tasas de variación anual positivas en tres de los cuatro sectores analizados. Sobresalen los servicios no financieros de mercado, que registraron el mayor aumento (7,7%). Se mantiene el retroceso en energía, agua y saneamiento (-4,1%), acumulando 21 meses de descensos consecutivos.
De acuerdo con la Agencia Tributaria, las Ventas Totales de las Grandes Empresas, deflactadas y corregidas de variaciones estacionales y de calendario, registraron en octubre un aumento del 5,1%, en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta cifra, superior a la observada en septiembre, refuerza la tendencia positiva observada durante la segunda mitad del año. Este crecimiento se explica tanto por el vigor de las ventas interiores, como por la recuperación de las exportaciones. En el ámbito interno, las ventas crecieron un 4,7% en octubre, superando en un punto el ritmo de septiembre. Por su parte, las exportaciones mostraron un avance del 6,4%, casi tres puntos más que el mes anterior, consolidando así la recuperación iniciada en junio.
Según la Central de Balances Trimestral (CBT), el Resultado Ordinario Neto (RON) de las empresas registró un aumento del 0,7% durante los tres primeros trimestres de 2024, un incremento significativamente menor al 13,1% observado en el mismo periodo de 2023. Se detectaron tasas negativas en los sectores de energía (-4,7%), industria (-34,3%) e información y comunicaciones (-18,1%). En particular, el marcado descenso en el sector industrial se atribuye, principalmente, a la caída del subsector del refino de petróleo (-68,6%), que representa un componente importante en la muestra de la CBT. La mayoría de los subsectores industriales también mostraron tasas negativas. Por otro lado, los sectores de comercio, hostelería y otras actividades lograron tasas de crecimiento positivas.
La Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) destaca que las empresas perciben un aumento de la facturación en el cuarto trimestre de 2024, frente a los descensos del mismo trimestre de los dos años anteriores. Las presiones inflacionistas repuntan levemente en el cuarto trimestre, tanto en el coste de los inputs como en los precios de venta. Por otra parte, desciende el porcentaje de compañías afectadas por mayores gastos financieros y escasez de demanda, pero se mantienen elevados la incertidumbre sobre la política económica y los problemas de mano de obra.
Costes laborales
Según datos de la Estadística de Convenios Colectivos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, a 30 de noviembre de 2024 hay 3.556 convenios con efectos económicos conocidos y registrados para 2024, que dan cobertura a 1.218.266 empresas y 10.267.554 personas. La variación salarial pactada en las negociaciones que despliegan efectos económicos en 2024, registradas hasta 30 de noviembre, se sitúa en el 3,05% (3,49% en el mismo mes de 2023). En los convenios sectoriales de ámbito nacional, la variación salarial es del 3,09%, en los autonómicos del 3,02% y en los de ámbito provincial del 3,10%. Por sectores de actividad, y teniendo en cuenta la provisionalidad de los datos y los posibles efectos estadísticos, el Sector Agrario registra la mayor variación salarial (3,14%), seguido por los Servicios (3,10%), la Industria (2,94%) y la Construcción (2,91%).
Condiciones y costes de financiación
En octubre, los tipos de interés de los créditos a las empresas han seguido la senda de descensos observada en los últimos meses. Concretamente, se han situado entre el 4,1% y el 4,4%. Esta reducción ha impulsado incrementos en todas las nuevas operaciones de crédito empresarial, especialmente en las operaciones de hasta 250.000 euros (17,9%) y las de entre 250.000 y 1 millón de euros (12,4%).
Confianza empresarial
En noviembre, el PMI compuesto de España se mantuvo en terreno expansivo por duodécimo mes consecutivo, registrando un 53,2, aunque con un ritmo de crecimiento más lento que el de octubre (55,2). Este resultado se debe a la continuidad de la expansión en el sector servicios, que alcanzó un 53,1, mostrando una desaceleración respecto al 54,9 del mes anterior. Por su parte, el PMI de manufacturas se situó en 53,1, por debajo del 54,5 de octubre, consolidando a España como la única gran economía de la zona euro que permanece en terreno expansivo.
El Indicador de Sentimiento Económico de la Comisión Europea muestra un incremento moderado, posicionándose en niveles favorables en comparación con la media histórica. En noviembre, alcanzó los 102,1 puntos, superando los 100 puntos anotados en octubre.
Dinamismo empresarial
En noviembre, la Seguridad Social registró 10.777 empresas más que en el mismo mes de 2019, aunque este aumento representa un crecimiento porcentual muy moderado, del 0,8%. Por tamaño, las empresas más pequeñas, de 1 a 2 trabajadores (que representan el 52% del total de empresas inscritas), aún no alcanzan los niveles previos a la pandemia. Por sectores, el número de empresas inscritas sigue siendo inferior a los niveles prepandemia en industria, mientras que en agricultura, servicios y construcción ha logrado recuperar su posición anterior.
El empleo en las empresas inscritas en la Seguridad Social aumentó un 4,8% en noviembre en relación a hace un año, lo que supone un ligero incremento frente a octubre (3,8%). Sin embargo, la creación de empleo se concentra principalmente en las empresas con más de 250 empleados, que en noviembre experimentaron un incremento interanual del 7,4%. En cambio, en las empresas más pequeñas (de 1 a 9 trabajadores), el empleo anotó un crecimiento de sólo 1,4% en tasa interanual
Informe completo del 'Gabinete de Estudios CEOE' para diciembre 2024