
Imputa al gobierno norteamericano el faltar a su obligación āde no aplicar o estimular medidas de carĆ”cter económico y polĆtico para forzar la voluntad soberana de otro Estadoā
victoria de los fondos buitre no es aceptada por el gobierno de Cristina FernÔndez y ha decidido buscar nuevos escenarios. Este jueves presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Un comunicado de la presidencia argentina argumenta que EE.UU. ha cometido una violación de sus inmunidades soberanas. TambiĆ©n imputa al gobierno norteamericano el faltar a su obligación āde no aplicar o estimular medidas de carĆ”cter económico y polĆtico para forzar la voluntad soberana de otro Estadoā.
SegĆŗn el comunicado del Tribunal de La Haya, Argentina argumenta que los EE.UU. han violado la soberanĆa e inmunidad diplomĆ”tica como resultado de decisiones judiciales adoptadas por tribunales estadounidenses, que tienen que ver con la reestructuración de la deuda pĆŗblica del paĆsā.
Argentina argumenta que los EE.UU. han violado la soberanĆa e inmunidad diplomĆ”tica como resultado de decisiones judiciales adoptadas por tribunales estadounidenses
Luis Moreno Ocampo, que fuera fiscal adjunto en el juicio contra las Juntas Militares y que despuĆ©s se desempeñó durante nueve aƱos como fiscal jefe en el Tribunal de La Haya, considera que no hay ninguna posibilidad de que dicho tribunal acepte el caso argentino, ya que se necesitarĆa el acuerdo del gobierno de EEUU, aceptando su jurisdicción.
La demanda argentina contra EE.UU. vuelve a poner de relieve las tensas relaciones bilaterales. Cristina FernÔndez es la única mandataria del continente que no ha recibido una invitación para visitar la Casa Blanca. PrÔcticamente no hay cooperación en el tema del narcotrÔfico, uno de los asuntos que mÔs interesan a Washington. Y las relaciones con IrÔn y el nuevo romance de Argentina con Rusia, tampoco ayudan.
Al mismo tiempo que se anunciaba oficialmente esta presentación judicial, la presidente argentina, Cristina FernĆ”ndez, sugerĆa que el presidente norteamericano, Barak Obama, deberĆa actuar, como hizo en su momento el ex presidente Bush en una demanda contra el Congo-Brazzaville. La demanda llevaba la firma de Paul Singer, el mismo que es el titular del fondo de inversiones que ahora le ganó el juicio a Argentina. La mandataria encontró en un artĆculo del diario britĆ”nico The Guardian este antecedente, segĆŗn el cual Bush argumentó que dicha demanda violaba la autoridad presidencial para dirigir la polĆtica exterior.
SegĆŗn la mandataria argentina āen realidad el artĆculo de The Guardian-, Obama solo necesitarĆa informar al juez Griesa que la demanda de Singer interfiere con la autoridad presidencial de manejar la polĆtica exterior. El diario britĆ”nico recuerda que Singer es uno de los principales financistas del Partido Republicano, razón por la cual serĆ” difĆcil que Obama actĆŗe si no quiere que la oposición reaccione y le haga mĆ”s difĆcil su gestión.
Al mismo tiempo que Argentina presenta la demanda en La Haya, el gobierno insiste en acusar al juez Griesa, al que pretenden desvirtuar colgĆ”ndole el cartel de juez municipal. El ministro de EconomĆa, Axel Kicillof, recriminó al magistrado que frenase la entrega de los 539 millones de dólares que Argentina habĆa depositado para pagar intereses a los tenedores de deuda que aceptaron el canje.
TambiĆ©n puso en duda que en EE.UU. haya seguridad jurĆdica: āno hay reglas, no hay esa famosa seguridad jurĆdica, no la hay en EE.UU.ā, seƱaló, al tiempo que dijo que Argentina estĆ” inmersa en āla gran estafa del sigloā. Declaraciones poco oportunas si quiere conseguir la buena voluntad del gobierno norteamericano.
Las polĆ©micas declaraciones de Kicillof -āesto es una jodaā (broma)- incluyeron una queja al gobierno de Obama, previa a que descubrieran el artĆculo de The Guardian : āpor quĆ© el gobierno norteamericano no interviene y le pone lĆmites a este juezā, dijo en una entrevista, ignorando una de las reglas bĆ”sicas de la democracia, como es la separación de poderes. Desde algunos sectores se recordó que el ministro desconoce que hay paĆses donde no se puede presionar a la Justicia. Y que la Corte Suprema de EEUU avaló lo decidido por el juez Griesa, al no aceptar tratar la demanda argentina.
Entretanto, el gobierno anunció una serie de medidas para estimular la economĆa y tratar de evitar los efectos de la suspensión de pagos. Entre ellas, varias disposiciones para alentar el empleo formal āen Argentina hay un 34 % de trabajadores en negro-, nuevos subsidios a empresas en crisis, mĆ”s apoyo a los jóvenes ni-ni, y relanzamiento del llamado CEDIN, Certificados de Depósito de Inversión, en realidad una especie de bonos para blanquear dólares, sin pagar impuestos ni revelar su origen, para revitalizar el mercado inmobiliario.
Al presentar estas medidas, Cristina FernĆ”ndez hizo una enfĆ”tica defensa del consumo interno, una de las patas del modelo kirchnerista. Al analizar la situación económica y financiera internacional, apuntó contra quienes creen que se van a salvar comprando dólares o guardando el dinero para no consumir. En este caso, ālo mĆ”s probable es que en el mediano plazoā termine perdiendo su empleo.
Para muchos argentinos de cierta edad la frase les recordó lo que dijo en 1981 el ministro de EconomĆa de entonces, todavĆa gobierno militar, Lorenzo Sigaut: āel que apueste al dólar, pierdeā. Se pretendĆa cortar maniobras especulativas, pero la advertencia resultó por completo equivocada, ya que poco despuĆ©s se producirĆa una devaluación del 30%, la primera de una seguidilla en los diez meses escasos que duró en el cargo.