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Francisco Nieto |
¡Deberías leer este libro si te interesan las criaturas más horripilantes que te puedas llegar a imaginar! Trata sobre una madre que a la vez es una masa viscosa que pone a dormir a su asqueroso bebé blob y le cuenta un cuento acerca de todas las criaturas malvadas que deben acomodarse y prepararse para pasar la noche de la manera más cómoda posible.
Desde hombres lobo y cerebros hasta momias y cíborgs, este cuento está lleno de criaturas malvadas y tontas con las que reírse
Entre la cantidad ingente de seres monstruosos que vamos a encontrar en el libro hay un vampiro cepillándose los colmillos sin verse reflejado en el espejo; una araña gigante en la bañera dándose una ducha antes de acostarse; Frankenstein tomando un vaso de leche caliente que le calme los nervios; una bestia que ronca a pierna suelta que atiende al nombre de Pelusa; un esqueleto que guarda todos sus huesos en un armario... Es muy imaginativo y divertido, y no asusta a los pequeños. Al contrario, muestra a las aterradoras criaturas siendo mansas y dormitando.
Desde hombres lobo y cerebros hasta momias y cíborgs, este cuento está lleno de criaturas malvadas y tontas con las que reírse. Pero estos villanos y monstruos no son para nada espeluznantes ni malos; de hecho, son bastante tiernos. Todos se cepillan los dientes, se ponen pijamas calentitos y se meten en la cama, igual que hacemos nosotros todas las noches.
El autor, ilustrador y novelista gráfico galés Huw Aaron ha dado un giro radical al tradicional cuento para dormir y ha conseguido crear una deliciosa historia con rimas diferentes sobre monstruos y villanos infantiles que se preparan para pasar la noche, conviertiendo a los presuntamente productores de pesadillas infantiles en personajes encantadores y grotescos.
Uno de los puntos a destacar también de este recomendable y divertidísimo libro ilustrado es el hecho de que esté repleto de detalles diminutos. Además las Ilustraciones son preciosas, y las breves líneas de diálogo te van a arrancar más de una sonrisa. Ojalá cuando nosotros eramos pequeños hubieran existido este tipo de libros, porque sin duda son lecturas que a la postre te hacen amar los cuentos. Ahora, sin embargo, asistimos a cómo los cuentos que nosotros leímos en su día resulta que eran en su mayoría perniciosos, y por supuesto faltos de valores. Así hemos crecido...
El autor, ilustrador y novelista gráfico galés Huw Aaron ha dado un giro radical al tradicional cuento para dormir
Este sin embargo es todo lo contrario: un catálogo realmente encantador de bestias cansadas, cuyas ilustraciones realmente demuestran el cariño con el que uno puede llamar a un ser querido un monstruo terrible, y a la vez un libro de rimas travieso que disgustará y deleitará a la vez a los monstruos humanos somnolientos. Y por si fuera poco si sabemos leer entre líneas veremos como además transmite una serie de mensajes positivos que pueden ayudar a los más pequeños a afrontar futuras dificultades. Nos referimos por ejemplo a aquel momento en el que la madre apela al más pequeño a como tiene que actuar si durante la noche le asalta algún pensamiento negativo: “si nubes oscuras se cruzan en tu camino, tan solo saluda y deja que marchen...” todo un consejo que podemos hallar en cualquier terapia de minsfulness, tanto para niños como para mayores.
Desde luego aquí no falta ni una criatura a la que no se le haya encontrado acomodo para que pase una buena noche. La poética que desprende cada página del cuento es muy agradable y a la vez sorprendente: nos topamos con frases que unen de manera harto ingeniosa lo negativo y lo positivo: “te quiero mucho, mo monstruo feucho”, o “el día ha acabado, mi horrible, asquerosa y viscosa...cosa preciosa.
Un buen experimento podría ser que una vez leído el cuento el pequeño reflexioanara sobre la historia y nos dijera que le ha parecido y si ha quedado satisfecho con el final. Y para los padres puede resultar importante escuchar atentamente los miedos y los sueños inquietantes de tu hijo con franqueza y respeto, sin pasar por alto ningún detalle. Buenas noches, asquerosa cosa viscosa puede ser una muy buena herramienta para ello.
