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jueves. 12.06.2025
OPINIƓN |  ORENCIO OSUNA

Los Idus de Marzo de la democracia

CƩsar: Los idus de marzo han llegado.
Adivino: Sí César, pero aún no han pasado.
(ā€œJulio CĆ©sarā€. W. Shaskespeare)

Este mes de marzo –con su sucesión de anuncios sobre el inmediato advenimiento del Apocalipsis si el paĆ­s no se postra ante el ā€œsentido comĆŗnā€ de Rajoy– estĆ” resultando ser, para los derechos sociales, económicos y legales de los ciudadanos espaƱoles, tan funestos como lo que fueron los legendarios Idus de Marzo para Julio CĆ©sar, la fecha de su asesinato. SegĆŗn el historiador Gayo Suetonio, el CĆ©sar recibió veintitrĆ©s puƱaladas de los  senadores confabulados, capitaneados por Bruto –su hijo adoptivo–, antes de expirar. En nuestros idus de marzo contemporĆ”neos los perpetradores del golpe de mercado no precisan de sangrientas puƱaladas (por ahora), tan desagradables y poco finas. Tampoco necesitan esconderse, ni andarse con secreteos: actĆŗan a la luz  de las cĆ”maras y a micrófono abierto en sus suntuosos aquelarres de la UE e, incluso, se permiten escenificaciones alegóricas como las protagonizadas por de Guindos y Juncker  en su  graciosa imitación del estrangulador de Boston o la pose de duro Harry el Sucio fingida por Rajoy ante su homónimo finĆ©s fardando de que –”a ƉlĀ” – la ā€œextremadamente agresivaā€ reforma laboral le iba a costar una huelga general. Ā”Estos tipos no parecen necesitar ni de las enseƱanza del Actor’s Studio ni siquiera del defenestrado –por Ana  Botella– Mario Gas para representar este sainete, ya que con su natural cara dura les basta y sobra Ā”

Mucho antes de que el PP –bajo el  disfraz de Buster Keaton silente de MR– ganase las elecciones, era fĆ”cil adivinar que, al neonato welfare state celtibĆ©rico, se le propinarĆ­a una  buena dosis de aceite de ricino y un apurado rapado al cero con los que no le iba a reconocer ni la madre que lo parió. En menos de cien dĆ­as el gobierno Rajoy –acompaƱado con goebbeliana alharaca de los medios del rĆ©gimen– ha sido capaz de no dejar ni  rincón ni intersticio a resguardo de la bliltkriet contrarreformadora ordenada por los Merkozy de aquĆ­ y acullĆ”. Nuestros espaƱolĆ­simos fanĆ”ticos de la ā€œconsolidación fiscalā€, de la ā€œestabilidad presupuestariaā€, de la ā€œdevaluación competitiva de los salariosā€ y demĆ”s bazofia engaƱabobos, lo que pretenden es expoliar las rentas salariales, desviar torticeramente de los ingresos pĆŗblicos cifras  megamillonarias a la banca y otros parĆ”sitos empresariales y socavar cualquier regulación pĆŗblica del rampante capitalismo dickensiano. Esa es la pura verdad, lo diga Agamenón o su porquero.

Por si fuera poco, han desempolvado las viejas porras y correajes –ocultas en los trasteros de la Transición– y se disponen a acometer con viril determinación cualquier atisbo de libertinaje, rojerĆ­o, separatismo, homosexualidad o ateĆ­smo que anide como venenosa sierpe en la eterna EspaƱa. AquĆ­ todo vale: so capa de la  Gran Estafa Mundial lo que se quiere es someter a la sociedad y las instituciones democrĆ”tica a los intereses de lo que MattTaibbi (ā€œCleptopĆ­aā€. Editorial Lengua de Trapo) bautiza como ā€œclase estafadoraā€, es decir a los beneficiarios  del capitalismo de casino y sus lacayos.

El poder omnĆ­modo de esa turba de ultraliberales, de nacionalcatólicos, de patriotas de pelo en pecho, de chovinistas, de concesionarios de prebendas y adjudicatarios de  subvenciones, que hoy gobierna hasta el Ćŗltimo rincón del estado espaƱol, quiere ademĆ”s –del tirón– ajustar cuentas con tantos aƱos de dictadura roja y  hacer su castizo paso del Rubicón con la democracia. AsĆ­, el derecho al aborto (ese genocidio), a la ciencia que niega el creacionismo (que apostata de la voluntad de dios), a la cultura de los titiriteros (trincones y chupones),  a las patĆ©ticas polĆ­ticas de igualdad (que facilita la violencia estructural a favor del genocidio), a las casas de acogida de las mujeres maltratadas (Ā”algo habrĆ”n hechoĀ”), a las calefacciones y el papel higiĆ©nico de las escuelas (no lo necesitan esos escolares perroflautas), a  las costosas medicinas y los lujosos quirófanos (el vicio de los viejos), a la ayuda al desarrollo (esos indios y esos negros no quieren trabajar, Ā”que se vayan a LaponiaĀ”) y a los yonquis de mierda (Ā”que no se droguen, hombreĀ”), a los dependientes (que para eso estĆ”n las mujeres de las familias) y los sin techo (Ā”que se laven, coƱoĀ”), a las jodidas autonomĆ­as (menos las buenas, las suyas) y a los despilfarradores ayuntamientos (menos el reino de Gallardón y Botella), a los puentes y las fiestecitas populares (que sino los alemanes dirĆ”n que somos unos vagos)… bien pues toda esa morralla hay que liquidarla, laminarla, suprimirla, para ser un paĆ­s serio, fiable y como dios manda.

Los derechos  laborales –conquistados con sangre, sudor y lĆ”grimas por generaciones de trabajadores–  han sido objeto de un autĆ©ntico coup d’Etat con la llamada ā€œreforma del mercado laboralā€ impuesta mediante un  decreto/estafa inconstitucional, injusto e inmoral. La legislación laboral es objeto de mofa y escarnio por las falanges de expertos de las FAES, FUNCAS y otros think thank bien provistos de fondos de reptiles, asĆ­ como  por los escuadristas de la CEOE que anhelan convertir a todos los trabajadores espaƱoles en chinos o agradecidos empleados de los Roig y Arturo FernĆ”ndez –que no se sabe que es peor– o minijobistas a cuatrocientos euros el cuarto y mitad, como los siete millones de ā€œempleadosā€ del Eldorado alemĆ”n. Esa caterva de desvergonzados (Āæo sinvergüenzas?) puede que un dĆ­a de estos propongan que los perceptores del seguro de desempleo y de los PER hagan donación forzosa decsus ingentes emolumentos a un Fondo de Inversión Patriótico gestionado por Don JosĆ© MarĆ­a Ruiz Mateos, Don Mario Conde y Don Javier de la Rosa, a condición –en aras de una exquisita transparencia– de una supervisión pĆŗblica dirigida por DoƱa Pilar Valiente (la que da ā€œaguaā€ a los trileros en caso de peligro), Don Paco Camps (a cargo de la sección de vestuario, complementos y efectos especiales) y Don Francisco Javier Guerrero (alias el ERES, el dealer del equipo).

SegĆŗn los seƱoritos guapeaos (como cantan los magnĆ­ficos Los Delincuentes) del casposo TDT Party (y los que se suman, en ocasiones, las actitudes antisindicales y antipolĆ­ticas de algunos resistente de nuevo cuƱo) los sindicatos de clase y sus dirigentes son una morralla de aprovechaos, cuyo ethos consiste en no dar palo al agua y ponerse ciegos de percebes y gambas a cargo del erario pĆŗblico. El hecho que, por ejemplo, a MĆ©ndez le gusten los relojes de lujo falsos y no los que gasta Richi Costa o que Toxo derroche su paga extra en un crucero en camarote con cama de matrimonio en vez de ser invitado al yate de BotĆ­n, constituye la prueba irrefutable de la consustancial corrupción moral, económica y estĆ©tica  de esos cabecillas.

Ese fuego artillero –pleno de vilipendios y patraƱas– contra el sindicalismo tiene como fin aniquilar las defensas de los trabajadores en la feroz lucha de clase (Ā”huy que tĆ©rmino tan anacrónico, dirĆ”n algunos intelectuales orgĆ”nicos del stablismentĀ”)  desatada por los insaciables ultracapitalistas de nuestra Ć©poca. DespuĆ©s –ya pronto– la próxima pieza de este jaque permanente serĆ” la ā€œregulaciónā€  de la libertad de huelga, de los piquete y de los convenios, de las bajas de enfermedad y de los horarios de trabajo, de las vacaciones y de la movilidad laboral, de la entronización del patrón (Ā”sĆ­, el patrónĀ”) como autoridad investida y  del control policial de los trabajadores.

Como decĆ­a el poema de Blas de Otero ā€œAquĆ­ no se salva ni Dios, lo asesinaron. Tu nombre estĆ” ya listo, temblando en un papelā€. La delirante CleptopĆ­a de la clase estafadora espaƱola sueƱa con nuevos paraĆ­sos  en los que el sindicalismo de lucha de clase se troque en el aƱorado sindicalismo vertical, con el  que empresarios, enlaces y jurados trabajen al unĆ­sono, sin enfrentamientos fraticidas, en pos de las fuentes  de miel y ambrosĆ­a (y pasta a mogollón) que nos depararĆ” la unidad del capital y el trabajo. Ā”DespuĆ©s ya se verĆ” si tambiĆ©n conviene tener una representación parlamentaria por el Tercio SindicalĀ”

En la tragedia de Shakespeare el honrado Bruto les decĆ­a a sus secuaces: ā€œMis nobles amigos, matĆ©mosle con brĆ­o, pero sin saƱa. CortĆ©mosle como manjar digno de los dioses y no como carnaza para los perrosā€. Los dioses a los que se ofrenda el suculento despojos del ā€œestado bienestarā€ son personas de carne y hueso, aunque quizĆ”s no muy humanos. Como dice Casca –uno de los asesinos– ā€œSegando veinte aƱos de vida segamos veinte aƱos de miedo a la muerteā€ a lo que Bruto contesta ā€œEn tal caso, somos amigos de CĆ©sar al ahorrarle aƱos de miedo a la muerteā€. Ā”No si, al final, tendremos todos que agradecer a esos tiparracos que las putadas que nos hacen son por nuestro propio bienĀ” Ā”Vamos anda ya Ā”El 29-M merecen una respuesta.

Los Idus de Marzo de la democracia