
"Nos dĆ”bamos cuenta lo importante que era la cultura, la erudición. SeducĆa con la palabra y ha enseƱado a generaciones enteras", expresó Berzosa
Alumnos como el catedrĆ”tico de EconomĆa Carlos Berzosa y amigos como el cardiólogo ValentĆn Fuster recuerdan al escritor e intelectual JosĆ© Luis Sampedro, fallecido el pasado mes de abril a los 96 aƱos de edad, en el emocionante y divertido homenaje 'QuĆ© aprendimos de JosĆ© Luis Sampedro'.
"No era consciente de que mis padres eran distintos, y fue en la universidad donde descubrà la actitud especial de mi padre: le gustaba explicar, razonar con los alumnos, tener esa relación directa con ellos". Para Isabel Sampedro, lo natural es que un padre llenase la casa de libros, fuera didÔctico y estimulara el hambre de saber.
Hija de JosƩ Luis Sampedro e Isabel Pellicer, sus recuerdos de infancia son una casa en Aravaca (Madrid) visitada frecuentemente por estudiantes universitarios "que se incorporaban a la familia" de su profesor. "Cuando el auditorio se le iba de las manos, contaba un chiste malo, que era su especialidad, y retomaba las riendas de la clase. Su consejo mƔximo era que la vida hay que vivirla", ha dicho.
A Isabel Sampedro no le hace falta recurrir a los chistes malos para controlar un auditorio colmado de amigos de su padre y entregado a su memoria. La misma sala donde José Luis Sampedro fue galardonado, cinco años antes, con la medalla de honor de la Universidad Complutense. Una distinción entregada por el entonces rector Carlos Berzosa, que fue alumno y colaborador de Sampedro.
"Sampedro fue el primer estudiante de Ciencias Económicas de la Complutense en convertirse en catedrĆ”tico". En el recuerdo de Berzosa, antes del escritor, humanista e intelectual, prevalece la imagen de un profesor universitario que en la dĆ©cada de los 60 "superaba los lĆmites de su cĆ”tedra" para "hacer reaccionar a los estudiantes" con lecciones que trascendĆan el mundo de la economĆa. "Nos dĆ”bamos cuenta lo importante que era la cultura, la erudición. SeducĆa con la palabra y ha enseƱado a generaciones enteras".
Ante los asistentes al homenaje celebrado esta semana en el campus de verano de San Lorenzo de El Escorial, en Madrid, Berzosa describe una escena presenciada en la Feria del Libro, donde Sampedro no paraba de recibir la visita de antiguos alumnos. "Y decĆa: Āæfuiste una de mis vĆctimas en la universidad? Sin embargo, le recordaban como el mejor profesor que tuvieron".
La sucesión de testimonios recuerdan a un profesor didĆ”ctico y sin pedanterĆa, que inculcaba el valor del diĆ”logo, al que las chicas de clase llamaba "papaĆto piernas largas" y que deleitaba a los alumnos con sus trinos, interpretaba La Internacional en las aulas de la universidad franquista.
"Te podĆa enseƱar hasta a cantar tangos. No hay dĆa que no ocurra algo que no me lleve a recordar sus lecciones", segĆŗn Pepa Nieto, que resume la pedagogĆa del maestro en "amor y provocación". Para el economista Antonio Ruiz Va, "con Sampedro aprendimos a abrir la ventana de la realidad".
Pero no sólo sus alumnos destacan las virtudes del Sampedro divulgador. ValentĆn Fuster, presidente de la Asociación Mundial de CardiologĆa, le conoció en el hospital Monte SinaĆ de Nueva York. Sampedro se encontraba entonces entre la vida y la muerte. Tras superar la enfermedad, mĆ©dico y paciente se hicieron amigos, y acabaron escribiendo juntos un libro. "Hay pocas cosas que estĆ©n por encima de la amistad, y esto es lo que realmente JosĆ© Luis Sampedro y yo vivimos", segĆŗn Fuster, el hombre que permitió que Sampedro llegara casi a centenario y pudiera convertirse en un indignado mĆ”s del 15-M.
"En octubre de 2011 les invitaron a participar en la asamblea de ChamberĆ, donde le escuchamos hablar durante dos horas. Era impresionante ver las caras de las personas que habĆa allĆ", recuerda la activista Lourdes LucĆa, estableciendo un paralelismo entre la fascinación que provocaba Sampedro en los jóvenes durante la dictadura y tambiĆ©n en los que protestan en la Puerta del Sol.
"De una a otra parte del planeta hoy se reivindica la dignidad de las personas y el respeto que son lo contrario a la corrupción, y en el reconocimiento a la dignidad y al respecto, Ć©l era un maestro". Una afirmación que provocó el estallido de aplausos del auditorio, donde en primera fila, visiblemente emocionada, asentĆa Olga Lucas, la compaƱera de Sampedro en sus Ćŗltimos aƱos de vida.