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Greenpeace alerta sobre el impacto del cambio climático tras el paso de una DANA en el sureste de España, que ha dejado devastación en Valencia, Albacete y Cuenca. La organización exige medidas inmediatas y ambiciosas para reducir emisiones y evitar la pérdida de más vidas.
“No tenemos palabras suficientes para expresar nuestras más profundas condolencias. Cuando hablamos de cambio climático o de emergencia climática a menudo se percibe como un concepto abstracto y alejado de nuestra realidad diaria. Por desgracia, el cambio climático es esto: la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos como el que ha ocurrido esta noche, con un nivel de destrucción cada vez mayor. Ignorarlo provoca muertes que no nos podemos permitir”, ha señalado Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace.
"Un cóctel terrorífico"
El calentamiento de la atmósfera y las altas temperaturas del Mediterráneo desde 2022 intensifican la frecuencia y virulencia de fenómenos meteorológicos extremos como la DANA formando "un cóctel terrorífico". Greenpeace destaca que estas temperaturas, superiores a la media, alimentan las tormentas, aumentando las precipitaciones y su poder destructivo.
Los datos preliminares apuntan a que la DANA que ha azotado varias provincias en España podría encontrarse entre las peores del último siglo en la Comunidad Valenciana.
Gestión hidrológica
Greenpeace subraya que, para reducir daños, es esencial restaurar ecosistemas y revitalizar el ciclo hidrológico natural. Con el calentamiento global y la emergencia climática, la organización reclama una gestión hidrológica eficiente y la protección de zonas naturales. Sin estas acciones, el riesgo de daños por inundaciones, como los recientes desbordamientos de ríos, aumentará, advierte.
Responsabilidad de las empresas
Las grandes empresas de combustibles fósiles, principales culpables de la crisis climática, deben asumir los costos de las catástrofes y apoyar la mitigación y adaptación. Greenpeace urge a que los daños no recaigan en la sociedad, sino en quienes han contribuido a esta crisis.
Los desastres climáticos son costosos. En España, el 71 % de las indemnizaciones están relacionadas con inundaciones, el fenómeno meteorológico que provoca más muertes. La próxima Cumbre del Clima (COP29) en Bakú será decisiva para decidir cómo las grandes corporaciones de combustibles fósiles deben asumir los costos de daños y adaptaciones necesarios para enfrentar el cambio climático.
