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sábado. 07.06.2025
TRIBUNA DE OPINIÓN

La culta castellanoparla

La performance de Isabel Díaz Ayuso en la Conferencia de Presidentes no debe haber agradado a muchas personas en Euskadi y Catalunya.
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Conferencia de Presidentes.

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Sobre Isabel Díaz Ayuso, pareja del confeso defraudador fiscal Alberto González Amador y presidenta de la Comunidad de Madrid se han dicho, se dicen y se dirán, a buen seguro, muchas cosas. Es carne, con perdón, de críticas y comentarios ya que, posiblemente, su actividad principal es mantenerse en el candelero con constantes gestos y declaraciones de los que tienen vocación de ir directamente a los titulares de los medios de comunicación.

Como se suele decir, no deja indiferente a nadie. Parece ser que, aunque recibe gran cantidad de diatribas, a la población votante madrileña, al menos en su mayoría, le mola el estilo de doña Isabel, habida cuenta de los favores electorales que la otorgan haciéndola su presidenta. Esta circunstancia creo que explica el comportamiento de la susodicha. Y, al mismo, puede que arroje luz sobre una cualidad que se le suele atribuir, a mi juicio, me adelanto a decir, injustamente: Díaz Ayuso es tonta. Esta es una afirmación que, muy a menudo, he escuchado de personas no precisamente partidarias de ella ni iradores de sus encantos.

Técnicamente hablando, Díaz Ayuso no es tonta

Técnicamente hablando, Díaz Ayuso no es tonta. Me remito al criterio del profesor Carlo María Cipolla. Dice el famoso experto sobre la estulticia que un "tonto" es alguien cuyos actos son perjudiciales para los demás y para él mismo. Lo diferencia del "ingenuo", cuyos actos son perjudiciales para él pero beneficiosos para los demás y, sobre todo, del "malvado", que perjudica a los demás pero de los que se beneficia él. El cuadro se completa con el "inteligente", autor de actos que benefician a todos, incluido él mismo.

A mí me parece que la constante actuación de Díaz Ayuso no beneficia a todo el mundo pero, obviamente, no le perjudican a ella, quien sigue gozando de un gran apoyo social en su ámbito territorial. Por ello, y siempre según el profesor Cipolla, debería ser una malvada. Yo, ni quito ni pongo nada, salvo una información útil para un análisis riguroso.

Pongamos un ejemplo, el de su espantada de la Conferencia de Presidentes al escuchar las alocuciones del Lendakari y del President en sus lenguas nativas y oficiales, constitucionalmente hablando, en sus respectivas Comunidades Autónomas. Independientemente de cualquier consideración objetiva, esa performance no debe haber agradado a muchas personas en Euskadi y Catalunya, por lo que, al menos varios millones de españoles, no podrían considerar inteligente, ni a la actuación, ni a su autora.

Pero, sin embargo, estoy seguro de que, en Madrid, y sobre todo en ciertas partes de la Comunidad, se habrán podido oír aclamaciones, y no sé si con lanzamiento de cohetes, celebrando el desplante de doña Isabel a lenguas que no son el castellano. Con lo que, dada la repercusión electoral que puede tener eso, no creo que deba ser considerada una tontería esa manera de proceder, habida cuenta del beneficio que le puede suponer a ella.

No hay que olvidar a quien se debe Díaz Ayuso

Porque, no hay que olvidar a quien se debe Díaz Ayuso. Su terreno de juego no es, todavía el de una presidenta del Gobierno de España. Ya tendrá tiempo de hablar catalán en la intimidad, como su mentor, pero, de momento, con decir barbaridades en castellano tiene más que suficiente para mantener su "prestigio" madrileño.

Si no fuera bastante con el ejemplo anterior, bastaría recordar cuál es el tema principal de su ideario: el odio africano a Pedro Sánchez. Esto, responde al mismo criterio de perjudicar a la parte de población española que prefiere a Sánchez como presidente del Gobierno. Pero le beneficia claramente a ella al conectar con la parte de la población de Madrid, que, posiblemente quisieran haber sustituido al muñeco colgado en la manifestación en Ferraz por el mismísimo Pedro Sánchez. Porque, además, con ello, además de competir con los socialistas madrileños que, ya se sabe, no están en su mejor momento, lo tiene que hacer con Vox, con quien el PP disputa votos en la frontera entre los dos partidos. Luego, de tonta, nada.

Hay otra explicación muy extendida que atribuye la parte inteligente del comportamiento de doña Isabel a los consejos de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. Es cierto que, de él, nunca se ha podido decir que sea tonto, aunque, sin dudar de que sus consejos deben ilustrar a Díaz Ayuso, no creo que sea la única causa de su éxito político. Deberíamos recordar la historia del loro que hablaba varios idiomas pero llamaba jefe al loro que siempre estaba callado. No, repito, Díaz Ayuso debe tener de tonta, lo justo.

Claro que la historia de los loros podría servirnos para calificar a Núñez Feijóo, habida cuenta de que Díaz Ayuso le llama jefe. Pero, no nos engañemos, también llamaba jefe a Pablo Casado y ya vimos como acabó el cuento. Creo que el que Díaz Ayuso llame jefe a Núñez Feijóo es una prueba de que aquella no es tonta, pero no de que, éste, no lo sea.

La culta castellanoparla